BELLAVISTA

La localidad de Bellavista está situado en el Municipio de Tepic (en el Estado de Nayarit). Hay 2310 habitantes. Bellavista está a 800 metros de altitud.

Tiene una población de 75.163 habitantes según datos del INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática).

De los 75.163 habitantes de , 39.453 son mujeres y 35.710 son hombres. Por lo tanto, el 47,51 por ciento de la población son hombres y el 52,49 mujeres.

El 20 de marzo de 1905, Bellavista fue escenario de la primera huelga obrera del siglo XX, sin duda, uno de los movimientos precursores del estallido general del inicio de la revolución mexicana el 20 de noviembre de 1910.

Este movimiento huelguístico, sin duda, generó un precedente fundamental para la movilización posterior de la sociedad en su conjunto, movimiento y sacrificio que debemos recordar con respeto y admiración a quienes contribuyeron en el desarrollo de nuestra región y el país entero.

Tal vez fue esa misma necesidad de cambio fue lo que germino ese espíritu de lucha el 20 de Marzo de 1905,

 La situación que se vivía en la Fábrica no era diferente a la que se vivía en el resto del país, el salario era poco en comparación con las enormes jornadas que tenían que soportar en sus castigadas espaldas todo esto aunado a la mirada indiferente de un gobierno que tenía la obligación de protegerlos, propicio la creación de asociaciones secretas, siempre cautas, siempre con miedo de ser aniquiladas.

 Y una vez más la mañana del 20 de Marzo de 1905 sonó le viejo silbato que llamaba a los obreros a trabajar como ininterrumpidamente lo había hecho desde 1841, solo que esta vez su sonar fue en vano y se perdió entre los fervorosos gritos de huelga, Al frente del movimiento los Hermanos Pedro y Enrique Elías apoyados por las hermanas Quintero obreros de nuestra fabrica, defensores de nuestro pueblo y héroes de nuestra historia.

Las crónicas de 1918 no lo detallan, pero quizá tales maleantes que querían acabar con los ricos de Tepic, fueran alguna célula de un grupo revolucionario. En fin, como todos sabemos, la historia la escriben los vencedores.

Eficaces, las autoridades militares de la época capturaron al causante de la zozobra de los ricos hacendados y le propinaron, a él y a sus cómplices, un castigo inusual: los colgaron en uno de los árboles de la plaza, frente a la Catedral de Tepic.

No hubo misericordia del gobierno. De facto, los “levantados” (nueve en total), fueron llevados a la horca. Gil Montes y su pandilla fueron traídos a Tepic, el día 24 de Julio, y al mediodía, en la acera sur de la Plaza Principal, de un árbol que estaba frente al Portal Menchaca, previo juicio sumario, (Fast Track, diríase ahora), fueron colgados a la vista de numerosos vecinos y curiosos, “para ejemplificación de los de su calaña”.